Si amas a tu perro y amas navegar en kayak o canoa, quizá quieras probar llevando a tu perro en el bote contigo. Sin embargo, antes de hacerlo, debes tomar precauciones para asegurarte de que tu perro no se lesione ni se sienta incómodo.

Ayuda a tu perro a adaptarse a la canoa o al kayak

En primer lugar, ten en cuenta el temperamento y la personalidad de tu perro. No a todos los perros les gusta el agua y a algunos incluso les da miedo. Empieza por llevar a tu perro a un lago o río para probar cómo le va y ver si le interesa.

A continuación, acostumbra a tu perro al bote. Las canoas y los kayaks hacen mucho ruido, así que es buena idea que tu perro se acostumbre a los diferentes sonidos que hace la tuya y al movimiento del remo. Es recomendable introducirlo lentamente. También ten en cuenta el tamaño de tu perro en relación con el bote. Las canoas son más anchas y tienen algo de espacio para moverse, pero las cabinas de los kayaks son más pequeñas y solo están diseñadas para uno.

Más allá de la canoa y el kayak: La lista de control de equipos para tu perro

Una vez que estén listos para el agua, asegúrate de que tu cachorro esté equipado para la seguridad. Esto es lo que necesitas:

  • Dispositivo personal de flotación: No dudes en invertir en un dispositivo personal de flotación (DPF) para perros. Esto es similar a lo que cualquier persona usaría en un kayak. Es estupendo tener a tu perro nadando cerca, pero puede ser peligroso si se cansa. El PFD se ajusta a tu perro como un chaleco y se abrocha alrededor del pecho y el cuello. Tiene una pequeña asa en la parte posterior para que puedas volver a subir a tu perro a la embarcación una vez que termine de nadar. Pruébalo para asegurarte de que se adapta bien a tu perro, igual que harías con tu propio chaleco salvavidas.
  • Botiquín de primeros auxilios: Un botiquín de primeros auxilios es importante, independientemente de la actividad que hagas en exteriores. Vas a estar lejos de cualquier tipo de hospitales veterinarios y nunca se sabe lo que puede pasar.
  • Correa: Siempre debes llevar una correa, aunque no quieras usarla. Es una buena idea porque probablemente no vas a ser el único el lugar y debes ser responsable. Eso sí, nunca ates a tu perro al bote. Si te vuelcas y el bote se hunde, el perro se irá con él.
  • Refrescos: También recomiendo llevar un tazón de agua plegable y premios.

Tú puedes darte cuenta cuándo tu perro está contento y cuándo no. Algunos querrán saltar al agua y nadar. Si tu perro empieza a subirse o a empujarse contra ti, te está comunicando que necesita un descanso.

Recuerda: ¡El kayak con tu perro es algo que debería ser divertido! Si llevas a tu perro y parece que no lo está disfrutando, tal vez sea mejor que lo dejes en casa. No es una actividad para todos los perros, al igual que no lo es para todas las personas. Pero como la mayoría de las cosas, es más divertida cuando tu perro está contigo.