Los perros de servicio no son sólo compañeros leales; para las personas con discapacidad, suponen un vínculo fundamental con la vida independiente.

Si bien son muy queridos por sus dueños, los perros de servicio no son mascotas. Desempeñan funciones importantes en la vida de sus dueños de diferentes formas. Los perros guía ayudan a los ciegos a orientarse en su entorno. Los perros de asistencia ayudan a mejorar la calidad de vida de los niños con necesidades especiales, como el autismo, ya que están entrenados para realizar tareas específicas. Los perros de alerta médica advierten problemas médicos graves, como convulsiones o presión arterial baja. Los perros de servicio de psiquiatría calman a las personas que sufren ataques de ansiedad o TEPT (trastorno de estrés postraumático). Todos ellos necesitan un mayor nivel de entrenamiento y certificación en comparación con los perros que brindan apoyo emocional, que proporcionan consuelo simplemente estando al lado de sus dueños.

El entrenamiento de perros de servicio es estricto y entrenarlos puede implicar un costo elevado, por lo que es imprescindible elegir perros que estén preparados para la tarea. Si bien cualquier raza podría ser un perro de servicio, siempre y cuando su tamaño se adapte a las necesidades, según el American Kennel Club, las tres razas de perros de servicio más comunes son el Labrador Retriever, el Golden Retriever y el Ovejero Alemán. Esto se debe a la inteligencia, el deseo de complacer y el temperamento.

Según el Programa de Buenos Ciudadanos Caninos (Canine Good Citizen Program) del AKC: "El personal de nuestro programa de cría comprueba el temperamento, la capacidad de entrenamiento, el estado de salud, las aptitudes físicas y las tendencias de los compañeros de camada de cada perro, y solo se eligen a los mejores candidatos".

Además de la obediencia básica, el AKC establece que los perros de servicio ideales deben cumplir los siguientes requisitos:

  • Mantenerse tranquilos, especialmente en entornos desconocidos.
  • Estar alerta, no reaccionar.
  • Tener la voluntad de complacer.
  • Ser capaces de aprender y retener información.
  • Ser capaces de socializar en diversas situaciones.
  • Ser confiables en tareas repetitivas.